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¿Es hora de que el anime cambie? La influencia de las nuevas generaciones en el anime



En la última temporada de anime hemos visto a chicos bailando ballet, a un shonen con una niña como protagonista y a una pareja con roles de género invertidos. Pero también hemos visto lo mismo de siempre, mujeres de grandes pechos, hombres pervertidos y más y más gente blanca.


Criticar el anime es meterme en un terreno peligroso, porque sé cuánto amor se le dedica a esta industria, lo sé, yo también la amo, pero no puedo pasar por alto algunas situaciones que me incomodan y que siento que deberían cambiar.


Seguro este artículo da para una discusión muy extensa, por esta razón quisiera dividirla en tres puntos: 1. La sexualización de la mujer. 2. La necesidad de dependencia emocional de los personajes. 3. La falta de diversidad étnica.


Entendido esto, una pequeña advertencia. En este post no me centraré en la intervención femenina dentro de la industria del anime. Aunque soy consciente de que abunda el machismo, considero que amerita una tarea de investigación mucho más profunda.


La sexualización de la mujer


No nos vayamos muy lejos, solo necesitamos ver el catálogo de anime para la temporada de verano 2022 para darnos cuenta de cuánto sexismo se le impone a la mujer.


De entre todos los títulos hubo uno que llamó mi atención, Engage Kiss. Una serie que tiene como protagonista un chico, ¿y cómo no?, llamado Shun, el cual posee un pequeño negocio que aún no despega, por lo que, literalmente, vive en provecho de dos mujeres que están enamoradas de él, Ayano y Kisara. Esta última con un poder especial, es una demonio, el cual se activa con un… beso, sí, con un beso muy sensual.

Algunos chicos piensan que debemos sentirnos agradecidas de que haya mujeres tan poderosas en las series de anime y no voy a negar que yo también creía que eso era genial cuando era más joven. Sin embargo, casi nunca vemos personajes masculinos superfuertes siendo sexualizados a la par que una protagonista femenina. A veces, incluso, su apariencia es bastante simple o chistosa, nada más tenemos que ver a One Punch Man, Nanatsu no Taizai o One Piece.


Lo normal es que, si la chica tiene un poder increíble, también debe tener una figura increíble, de lo contrario no es atractiva, no es interesante, no es comercial, al menos esa es la creencia. Y no solo se trata de la apariencia. Una de dos, debe ser alguien muy sensual y atrevida, rozando con lo pervertido, o tierna e inocente.


El anime suele representar el tipo de chicas que los hombres quieren que seamos, más no en representar las mujeres que somos o que queremos ser. No digo que no existan este tipo de personajes, pero también debemos ser conscientes de que cuando las hay, suelen ser duramente criticadas, pues son chicas que se salen del contexto de la belleza y la sensualidad.


Una de mis personajes favoritos y que, para mi sorpresa, no es muy popular, es Saki, de Shinsekai Yori. La serie simplemente está a otro nivel, pero hoy no quiero hablar de eso, sino de una escena en particular, cuando la matriarca del pueblo habla con Saki y le revela que la ha elegido como su sucesora. Para Saki esto es extraño, porque no es ni la más fuerte, ni la más inteligente de su grupo. Ahí es cuando la matriarca le explica que para llegar a ser líder solo requiere dureza mental, ya que no todos tienen la fortaleza emocional para superar cualquier adversidad.


Saki, en efecto, no era la mejor de su grupo en términos de poderes, pero tenía algo que los demás no, control sobre sí misma y sobre sus decisiones, lo que al final le sirvió para mantenerse firme y sobrevivir a la catástrofe.


A pesar de esto, recibió innumerables críticas que la tildaban de inútil y débil.


Las mujeres en la vida real somos también como Saki. La mayoría de nosotras aprendemos a lidiar con situaciones difíciles, incluso traumáticas, desde muy jóvenes y aun así nos levantamos todos los días y seguimos con nuestras vidas.


Es esta naturaleza femenina la que debería estar presente en el anime. Ok, aceptemos de vez en cuando alguna serie ecchi y tonta, porque yo también disfruto ver fan service para chicas, pero esto debe ser una excepción.


Yo me pregunto, ¿por qué los harems de chicas son tan pervertidos, mientras que los harems inversos no lo son?


¿Por qué en los harems destinados para chicas no vemos a hombres musculosos en poca ropa? Si es por placer, ¿dónde queda el placer para las chicas?


En este punto, siento que los Manhwas y Webtoons se están llevando la delantera, mostrando series comerciales destinadas a un público femenino que no necesitan cosificar a la mujer y que, de vez en cuando agregan fan service para chicas, sin necesidad de cosificar al hombre.


No considero que la sensualidad sea algo malo, pero en muchas ocasiones resulta completamente innecesaria y excesiva. Las mujeres somos vistas como objetos que solo están ahí para encenderles el horno a los hombres y ejemplos hay muchos, Hinata (Naruto), Elizabeth (Nanatsu no taizai), Ryuko (Kill La Kill), etc.


Aunque no lo parezca, muchos chicos crecen viendo estos programas creyendo que en realidad las mujeres tienen que cumplir con esos estándares y que nuestra función en el mundo es complacerlos. Esto es así, porque algunos no entienden la diferencia entre la realidad y las series de ficción o simplemente porque nadie les dice que esto está mal.



Todavía recuerdo lo incómoda que me sentía de niña al ver al maestro Roshi, de Dragon Ball, cada vez que acosaba a alguna jovencita, o cuánto me irritaba ver al único personaje femenino destacable, Bulma, haciendo uso de sus atributos físicos para obtener cosas a cambio. Todo esto en una serie destinada a un público infantil.

Y sí, sé que las secuelas mejoraron mucho en estos aspectos y dieron a Bulma un mejor desarrollo de personaje, pero en un comienzo esas escenas no solo me hicieron alejarme de la serie, sino que durante mucho tiempo me negué a volverla a ver.


Y esto no tiene nada que ver con que sea un anime de pelea, porque como cualquier otro chico disfruté viendo series como Shaman King, Samurai X, Evangelion, etc, que también se centran en batallas. Y aunque contienen escenas subidas de tono o ecchi, estas son la excepción y no la regla general.


Es simple, para disfrutar una buena historia no se necesita cosificar a la mujer todo el tiempo.


      La necesidad de dependencia emocional de los personajes


En este punto no quiero centrarme en hombres y mujeres, sino en general.


¿Cuál es la necesidad de los japoneses de introducir personajes que se sacrifican por otros incluso si eso implica abandonar su felicidad?


Y voy a sacarme esta espinita que traigo atravesada desde la segunda temporada de Re: Zero. Empecemos por decir que la temporada estuvo alucinante, fue mucho más de lo que esperaba luego de que la primera no me hubiese dejado satisfecha. Pero no puedo quitarme la idea de que Subaru termine con Emilia. Y no, no solo se trata del hecho de que Ren sea superior en todo sentido.


Retomemos. En la historia Subaru tiene la habilidad, o la maldición, de revivir cada vez que muere, lo que le da la oportunidad de hacer las cosas de otra manera. Sin embargo, en algún momento esto le genera demasiada ansiedad y desesperación. Lo cual me parece fantástico, porque seguramente si yo estuviese en su lugar actuaría de igual forma. Es decir, es realista.




No obstante, hay algo que me desespera y que me resulta demasiado forzado aceptar. Pues pareciera que, a toda costa, el protagonista se obligara a sí mismo a estar enamorado de la protagonista, solo porque ella fue la primera que le ofreció su mano cuando llegó al nuevo mundo.


No odio a Emilia, pero siento que Subaru no tiene por qué cargar con sus problemas. El pobre chico ya tiene suficiente con lidiar con todos los desastres que le pasan y aun así los creadores de la historia quieren que haga un esfuerzo sobrehumano para enamorar a la protagonista. Es decir, no importa que tan mal la esté pasando, no importa que tan jodida sea su situación, no importa cuántas veces haya muerto, él todavía tiene que hacer un esfuerzo adicional para hacer feliz a una chica que no puede lidiar con sus emociones.


En otras palabras, crean una dependencia emocional hacia otro personaje.


Esto me recuerda mucho a mí y a mis tiempos en los que me esforzaba al máximo por complacer a mi ex sin importar qué tan mal lo estuviera pasando, por amor y porque creía que yo podría convertirme en su heroína, al igual que Subaru con Emilia.


Y las chicas no se quedan atrás, cuando no están siendo sexualizadas, se convierten en la fortaleza emocional del héroe, o simplemente ambas. Existen solo para darles placer físico (Seikon no Qwaser, KissxSis, Domestic no Kanojo) o placer emocional (Code Geass, Guilty Crown, Shigatsu wa Kimi no Uso).



Ahora bien, no necesariamente considero que estas series sean mala, de hecho, me gusta, sin embargo, considero que tienen determinados aspectos que deben ser criticados desde el punto de vista de la dependencia emocional hacia otro personaje.


Las chicas nos llevamos la peor parte, nos hacen ver como seres casi celestiales sin los que el personaje no puede vivir o como seres pacientes capacitadas para afrontar todo cambio de humor del hombre que amamos. Debemos sacrificarnos, luchar e insistir hasta que el chico malo cambie por nuestro amor y de esa manera compartir nuestra eternidad junto con él.


El problema no es que no podamos serlo, porque la mayoría de nosotras lo somos o lo fuimos en algún momento, el problema es que no recibimos nuestra anhelada recompensa. En la realidad el chico malo no deja de serlo porque encuentra el amor, ni mucho menos se va a comportar como el príncipe que estamos esperando.


Por ejemplo, muchos chicos envidiarán la suerte de Rito, del anime To love ru, pero en la realidad, ¿cuántos en verdad se comportarían como él? ¿Se controlarían igual de bien? ¿Acaso no existen comentarios que señalan a Rito de “poco hombre” por no atreverse a ligar con una de las 50 chicas que están enamoradas de él?


Yo crecí viendo anime y puedo decir que, en parte, fue debido a su influencia que en varias ocasiones dejé de lado mis sentimientos y mis propias necesidades emocionales para satisfacer a otros sin recibir nada a cambio.


Por eso, considero que el anime tiene que ponerse al día con las nuevas tendencias y presentar las realidades como son, mostrando gente que no cambia por más que nos esforcemos, porque el cambio no debe impulsarse por la voluntad de otro, el cambio tiene que venir de la voluntad interna.


Aquí tendríamos que preguntarnos, ¿existe alguien como Naruto? Y obviamente no lo digo en un sentido literal, no hay nadie que tenga sellado en su interior un monstruo de nueve colas, me refiero a que no vamos a encontrar a nadie con la personalidad del protagonista.


Naruto puede lo imposible dentro del mundo de lo posible, él logra cambiar a otros cuando así lo desea, solo porque es Naruto y Naruto nunca se rinde. No importa que tan malo sea el malo, ni que tan random sea la situación, si Naruto se esfuerza logrará lo que sea.


La vida real nunca es así, a veces es bueno rendirse o incluso retroceder, porque nuestros deseos no pueden simplemente derrotar todos los obstáculos.


Un buen ejemplo de esto es Yoh del anime Shaman King. Yoh analiza a sus enemigos e intenta no dejarse llevar por sus emociones. Al igual que Naruto, es fiel a sí mismo y a sus ideales, pero a diferencia de él acepta rendirse o retroceder cuando sus decisiones podrían afectar a sus seres queridos.


Pero Naruto y Subaru no son los únicos con complejos de salvadores. No saben cuánto me molestó ver a Hiyori de Heroine Tarumono Kiraware Heroine to Naisho no Oshigoto, echándose la culpa por no haber notado que “su amiga” era fanática de los idols con los que ella trabajaba.


Pero a Hiyori no le bastó con sentirse culpable, sino que tuvo que buscar a “su amiga”, pedirle disculpas y luego convencerla de que no podía abandonar su fanatismo. Todo esto, a pesar de que “su amiga” fue la responsable de exponer en público su secreto.


Gracias a la magia del anime su amiga comprendió que hizo mal y decidió cambiar por Hiyori. ¿Pero en realidad esto es tan fácil?






Sé que muchos pensarán que en Japón las personas son así, viven en comunidades y aprenden a trabajar en equipo desde muy tremprana edad. Sin embargo, precisamente por esta razón repetir esta clase de comportamiento me parece tan peligrosos, porque cuando lo que esperas que ocurra no ocurre (la realidad no es tan simple) comienzas a sentir frustración hacia ti mismo. Es decir, comienzas a exigirte más y más, cuando en realidad la culpa no recae sobre ti.


Está bien pensar en las necesidades de los otros, ponerse en sus zapatos y ceder ante ciertas circunstancias, lo que no está bien es considerar tus propias emociones inferiores o menos importantes por hacer feliz a otro. Cada quien es responsable de su propia felicidad.


Si bien nuestras acciones pueden inspirar a otros a ser mejores, en ningún caso estas acciones deben implicar un menosprecio por nosotros mismos, porque lo único que hacemos con esto es ahorrarle el trabajo fuerte a la otra persona.


De hecho, ya tengo todo un post hablando sobre eso y puedes leerlo aquí



3    La falta de diversidad étnica


Para nadie es un secreto que en el anime abundan los personajes blancos, porque en Japón el color pálido de la piel es sinónimo de belleza.


Ya sé que todos me dirán que en Japón todos son blancos y que solo representan en el anime lo que ellos ven. Sí, es cierto que casi todos los japoneses son de piel clara, pero no son rubios, ni tienen los ojos azules o verdes, como sí los tienen la mayoría de los personajes del anime.




Quiero decir, si no tienen ningún problema en mostrar gente blanca de ojos claros, ¿por qué les molesta tanto poner gente de otras etnias?


La idea de que la gente blanca es hermosa solo por ser blanca tiene que acabar, aquí y en el resto del mundo. Ya no podemos hablar de países como entes individuales y autónomos, hoy en día estamos más conectados con el resto del mundo como no lo hemos estado nunca.


El anime no solo se ve y se disfruta en Japón, se disfruta en el resto del mundo y Japón debe ser consciente de esto, agregando más diversidad de razas a sus series.


Es increíble que los hijos de Sandiael, una youtuber mexicana en Japón, se hayan sorprendido tanto por ver Encanto, pues en la televisión japonesa no es común ver personajes de tez oscura. Fue gracias a esta película que se sintieron un poco mejor con su color de piel, según comentó la youtuber.



Pero esto no se queda en la falta de representación, continua cuando, por ejemplo, a una chica afro se le ocurre la idea de hacer un cosplay de cualquier personaje del anime y entonces se topa con comentarios tipo: "Sailor moon es blanca y como tú eres negra no puedes ser ella".


¿Pero qué ocurre cuando todos los personajes que me gustan son blancos y yo soy negra? ¿Obligatoriamente debo cosplayar a un personaje negro, aunque no me parezca interesante? ¿Por qué encasillamos así a la gente?


Así como llegó un momento en el que las mujeres necesitamos ver chicas increíbles en la televisión para utilizarlas como inspiración, las personas de otras etnias también merecen ver una figura que las represente y que los inspire.


Necesitan más personificación en el anime, porque el anime es increíble y al menos a mí me ha salvado en más de una ocasión.


Todos tenemos derecho de poder ver un personaje similar a nosotros, no solo en personalidad, sino en lo visual, para poder imaginarnos como ellos y crecer con confianza en nosotros mismos, en nuestra raza, en nuestras raíces, en nuestras tradiciones.


Debemos dejar de lado los estereotipos, muy presentes en el anime, de que las chicas morenas son tetonas y muy sensuales y los chicos morenos son todos unos donjuanes. O bien que las personas afro tienen los labios grandotes y son algo tontas.


Lastimosamente, siento que en ello la industria del anime ha decaído, pues por lo menos en las series noventeras y de comienzos de los dos mil había más presencia de diversidad en los personajes. Pero ahora, conforme salen nuevas series, estos papeles son cada vez menores.


Ni siquiera en los animes que hablan de la discriminación en razón a la apariencia encuentro gran variedad de diversidad étnica. Un ejemplo de esto es 86 Eighty Six, uno de mis animes favoritos de la temporada de otoño 2021, que cuenta la historia de 85 colonias que en tiempos de guerra discriminan a todos a aquellos que no tienen cabello y ojos plateados, reuniéndolos en centros de concentración y obligándolos a pelear.


En esta serie, que habla tan abiertamente de la discriminación, no existe un gran elenco de gente negra o morena, ya que en su mayoría son gente blanca con cabello de distinto color.


Esto sin duda pone de nuevo a los blancos como los protagonistas, como las víctimas, como los únicos que son dignos de compasión. Y no estoy diciendo, por esto, que la serie no me guste o que no tenga uno que otro personaje moreno, pero lo cierto es que no llegan a ser ni la mitad y eso me ocasiona molestias.


Podría entender la omisión de gente de color si no hubiera personajes rubios y de ojos azules en todas partes, pero ya que se toman la molestia de ser tan creativos con el cabello y el color de ojos, creo que pueden ser igual de creativos incluyendo gente afrodescendiente, latina o sencillamente morena en la misma cantidad.


Al final, resulta molesto ver que algo que te gusta tanto no tenga presente la realidad fáctica de muchas personas.


Esto no significa que piense que los japoneses sean racistas ni xenofóbicos, solamente creo que Japón debe ser más consciente de quienes ven sus series y debería demostrar a través de ellas como todos los colores de piel son iguales de hermosos y que ninguno es mejor que otro.


En Japón no todos son blancos, también hay mestizos y negros que son víctimas de discriminación, para ello basta con acudir a internet para escuchar sus historias.


Yo en mi momento también intenté defender a la industria, porque es difícil criticar algo que te ha dado tanto en tu vida, pero no puedo seguir haciendo oídos sordos a esta problemática.


Es momento de que el anime se actualice de acuerdo a las nuevas corrientes de pensamiento y sé que puede hacerlo porque ya lo ha hecho antes. También sé que como fanáticos podemos aceptar estos cambios, porque la esencia del anime no solo está en sus personajes, sino en contarnos historias increíbles que nos demuestran que todo es posible si soñamos en grande.




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2 comentarios

  1. Completamente de acuerdo. fuera del shonnen ,que es el gran genero televisivo en mi país , o al menos lo era hasta finales de los 90`s todas las recomendaciones son un boca a boca donde todo se extrapola. Siempre los extremos en los gráficos, la sangre, y lo que toque. Cada que te recomiendan algo se trata de «el mejor» y eventualmente se caen en clichés molestos. Mismo fenómeno que ocurre en los doramas donde haya mujeres protagonistas, fuertes, y siempre terminan siempre dependientes del galán en turno.Lo Siento. Me desvié del tema.

    Me encanta la fantasía y en ocasiones ciencia ficción . Con el mercado sacando toneladas de anime al mes se hacen muchas reversiones de fórmulas clásicas que resultan interesantes al menos durante un par de capítulos nada mas. No todos, claro. pero justo en los últimos años regresé a ver anime y pocas cosas han cambiado. Checaré ese que pusiste de la chica en in gif corriendo.

    Gran observación lo del maestro roshi. Nunca había leído una perspectiva femenina al respecto. Y eso que no viste la versión sin censura donde plenamente pone mano. Si es raro para algo tan infantil.

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    1. Gracias Yafret por haber leído mi post y me encanta que comentes y me hagas saber tu opinión.

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