1. Infórmate
bien e investiga. Siempre que estés escribiendo
sobre un tema del que no te sientas un experto, investiga. No pases por la
vergüenza de criar tigres en América.
2. Debes
estar dispuesto a aprender. Teniendo en cuenta el tip
anterior, no puedes negarte a aprender ningún tema. Como escritor debes mantener
la mente abierta. Si no te gusta la química, pero vas a escribir, por ejemplo,
sobre alquimia, es necesario que al menos estudies los elementos de la tabla
periódica.
3. Anota las palabras nuevas en una libreta aparte. Quién sabe qué cosas termines descubriendo. Una idea para aprender palabras nuevas, y debo decir que le robé la idea a una escritora, es escribiéndolas en un papel y poniéndolas en un lugar donde las veas constantemente, como en el espejo de tu baño.
4. Ten
libretas para todo. Una para vocabulario, otra
para ideas, otra para desarrollar personajes, etc. El límite lo pones tú.
5. Intenta
escribir en Word. Y si prefieres hacerlo a mano, no
olvides pasar el archivo en Word. Es una buena herramienta de edición y corrección
que nos ofrece la tecnología y no debe ser desaprovechada.
6. No
caigas en la técnica, siempre piensa en nuevas
formas de escribir. No te deprimas por lo que otros dicen de la escritura, a
veces lo que atrae de una historia no es la historia en sí, sino cómo está
contada.
7. No
seas conformista, la historia siempre puede ser mejor.
8. Aprende
a leer como escritor. No digo que no disfrutes de
la lectura, sino que prestes más atención a los detalles que hacen que una
historia sea interesante. Si algo te gusta mucho, anótalo y haz una lluvia de
ideas sobre cómo interpretas dicho punto.
9. Escribe
o graba tus sentimientos. Por esto digo que es
importante que mantengas una libreta para cada cosa. Si estas triste intenta
escribir sobre cómo te sientes, si estas nervioso, haz lo mismo y así
sucesivamente. Esto ayudará a mejorar tu capacidad para detallar personajes.
10. Se
observador. Si bien yo soy bastante despistada, es
bueno que observes a las personas en su entorno, sus reacciones, su vocabulario
y hasta su forma de caminar. Nútrete de todo lo que ves, oyes y sientes. Como
dicen por ahí, a veces la realidad supera la ficción y, quién sabe, talvez te
encuentres con escenarios realmente extraños.
11. Plantéate
metas. Yo suelo escribir en mi libreta los
propósitos del día, del mes y del año, y una vez lo consigo, lo tacho. Por
cierto, me siento súper cuando puedo tachar una tarea de la lista.
12. Intenta
participar en talleres de escritura. No
son siempre lo mejor, pero de ellos obtendrás muchas experiencias y opiniones
distintas.
13. No
te pongas límites. Si prefieres escribir
historias de terror, escríbelas, pero no te cierres a las historias de comedia,
siempre ten abiertas tus posibilidades. Por si no lo sabías Edgar Allan Poe no
solo escribió historias de terror, así como Dostoievski no solo escribió
historias de psicología humana.
14. Basta
de moralejas, déjaselo a las fábulas. Borra esa idea
antigua de que los cuentos tienen que dejar enseñanzas importantes para el
futuro. Si lo que quieres es incluir un mensaje no lo escribas explícitamente,
déjalo a la interpretación del lector y si llega a ser interpretado de una
forma distinta a como lo planeaste, no te sientas mal, un buen escrito siempre
permitirá dos o más interpretaciones.
15. Recuerda
que el lector es un traidor, porque al leerte se va a
dar el lujo de interpretarte como quiera. No desesperes si no es la
interpretación que esperabas, lo importante es que la idea principal se
entienda, por ejemplo, que quede claro que Pedrito murió.